Sexo y trabajo de campo es el título que le he puesto a este debate que me planteo tras mi incursión al trabajo de campo como Antropólogo Principiante.
Llevo tiempo dando vueltas a esto de las relaciones sexuales en la investigación cuando un antropólogo hace trabajo de campo.
Después de leer el libro de Jose Antonio Langarita Adiego “En tu árbol o en el mío”, más vueltas le di a todo este asunto.
La semana pasada publiqué un texto que tenía ganas de escribir, titulado “Ética entre los arbustos; la postura del antropólogo como actor sexualizado en el trabajo de campo y la observación sexual participante”.
Es un texto en el que pongo en cuestión, tras leer el trabajo de Langarita, si es ético mantener relaciones sexuales con los informantes.
Resumen
¿ES ÉTICO TENER SEXO CUANDO ESTAMOS HACIENDO TRABAJO DE CAMPO?
El texto que escribí, es una auto-etnografía en la que cuento mis impresiones como antropólogo principiante que se acerca a su primer campo de observación.
Me planteo en este texto si la observación participante tiene que ser un instrumento esencial para realizar trabajo de campo y en qué contextos debemos ser partícipes de las relaciones en las que el antropólogo ubicua la mirada.
El primer acercamiento como antropólogo principiante lo hice en espacios urbanos donde hombres mantienen sexo con otros hombres, conocido como cruising.
Para realizar el trabajo que me exigían en la universidad para la asignatura de Etnografía bajo la tutela de Ángel Díaz de Rada hice varias incursiones en busca de información relevante para el trabajo titulado “Dominio de acción”
Tras aquel primer topetazo en la investigación etnográfica en la que me sentía muy verde, como principiante que soy, pude comprobar que la labor antropológica es más complicada de lo que me pensaba.
Ahora, tras dos años sin hacer “investigación etnográfica” me replanteo cuales fueron mis impresiones de aquel primer contacto como «antropólogo» hacia una comunidad.
EL PRIMER TRABAJO COMO ANTROPÓLOGO PRINCIPIANTE
En este caso observé las relaciones sexuales que se daban en el espacio urbano donde hombres mantienen sexo con otros hombres e hice una aproximación de investigación entrando en conflicto con el trabajo de Langarita, un antropólogo que había realizado trabajo de campo antes de que yo me pusiera manos a la obra.
Aún me queda mucho por aprender y muchas asignaturas que aprobar. 🙂
Espero que os guste este texto, lo podrás descargar de forma gratuita y leerlo cuando te plazca.
En él, plasmo mi primera aproximación como antropólogo estudiante y las cuestiones éticas que hicieron que entrase en una polémica conmigo mismo, con la antropología y con el autor del texto.
Es un texto corto, no académico, ni científico.
Son diez folios que espero que te sean amenos de leer.
No lo publico por el blog de momento por ser demasiado extenso .
Te dejo el enlace por si lo quieres leer antes de irte a dormir. 🙂
Reblogueó esto en Antropología para Todosy comentado:
La semana pasada publiqué un texto que tenía ganas de escribir, titulado “Ética entre los arbustos; la postura del antropólogo como actor sexualizado en el trabajo de campo y la observación sexual participante”. Es un texto en el que pongo en cuestión, tras leer el trabajo de Langarita, si es ético mantener relaciones sexuales con los informantes.
La sexualidad es una de las mas completa y profunda forma
de comunicación por fuera de los tabues, culpas y creencias. Salvando los desequilibrios en acciones consentidas de igualdad y sacralizadas en lo posible (amor de por medio) felices coitos cumpas antropologic@s.
¿Porqué va a estar mal que se practique sexo con los informantes? Viva el sexo y la antropología
Pienso que sí es necesario mantener relaciones sexuales con los informantes, cuanta más información recabemos mejor será nuestro estudio. No tiene que ser una mala práctica, el sexo no hizo daño a nadie, en muchas cosas de las que dices no estoy de acuerdo.
Si te interesas una visión desde un antropólogo brasilero sobre el tema, te envio mi paper: file:///C:/Users/Luiz%20Fernando/Downloads/53885-67608-1-SM.pdf
Saludos,
Luiz Rojo
Me lo miraré. Gracias