Un antropólogo en el aula de clases. ¿Por qué los chicos se portan mal?

8 a.m. Los estudiantes  llegan presurosos al colegio. Hoy es lunes, único día en el cual se hace formación en el patio. ¡Firmes, descanso, atención! grita el auxiliar. Muchos de los estudiantes no hacen caso, siguen conversando, a pesar de los esfuerzos del auxiliar y un par de profesores. Al fin, éstos, logran, después de mucho esfuerzo, que todos hagan caso, encolerizado el auxiliar llama la atención de los alumnos vociferando ¿Por qué tratan así a sus autoridades?

La mala conducta de los estudiantes es una problemática común y constante, parece ser un mal endémico que parece no tener fin.  -los alumnos no se portan bien, son terribles- dicen los profesores. Para paliar el problema y entender la problemática de los estudiantes, muchos colegios han instaurado un área psicopedagógica. Así de manera constante o- en el peor de los casos- al menos un día a la semana un(a) psicóloga(o) trabaja en el colegio y entre otras labores, se encarga de evaluar a los alumnos. Así, mediante la labor de un psicólogo, se busca resolver -o al menos aminorar- el problema de la mala conducta de los estudiantes. Generalmente la culpa se achaca a la (mala) formación que han tenido en el hogar, padres muy autoritarios, madres demasiado blandas, familias disfuncionales de todo tipo. Sin contradecir ese diagnóstico pienso que hay un lado de la moneda que no es observado por las instituciones educativas: Que éstas mismas fomentan esta mala conducta.

¿La Antropología también puede abordar el problema?

Como se mencionó líneas arriba, la solución del problema se la ha encargado a un psicólogo(a), considerando que la disciplina de la psicología tiene la solución a este problema. Así pues se considera que los comportamientos –malos o buenos- dentro del aula no competen a nadie más que a esta disciplina. ¿Qué podríamos hacer los antropólogos entonces dentro del aula más que solo enseñar algunos cursos de letras?

Sabemos que la tradición antropológica alega que puede descubrirse muchas cosas sobre un grupo humano, observando directamente como se relacionan las personas unas con otras. Vemos entonces que las personas y sus relaciones en sociedad como el material básico de la vida humanas, así pues estudiamos a los individuos sociales que existen y actúan en relación recíproca.

Así pues podemos concebir que el estudiante no es un estudiante aislado sino que es parte de una categoría social y como tal tiene un status y rol dados complementarios al del docente, que a la vez tiene su propio rol y status.

Es aquí donde se forman pautas las cuales señalaran como deben comportarse los individuos ante otros individuos que pertenezcan a otro grupo social. A este conjunto de pautas de conducta se le llama sistemas sociales. Ahora bien ningún grupo social se ajusta totalmente al sistema social es decir aunque se sabe cuáles deberían ser las conductas estas no se cumplen a cabalidad.

Como dice Linton: ”La sociedad ha de formar también pautas más o menos conscientes de lo que debe ser la conducta de los individuos colocados en determinadas posiciones con objeto de tener directrices para el entrenamientos de estos individuos” “El funcionamiento de las sociedades depende de la presencia de pautas para la conducta recíproca entre individuos o grupos de individuos y es evidente que en tanto no haya intromisiones de fuentes externas más perfectamente ajustados a sus status y funciones estén los miembros de cualquier sociedad, más fácilmente funcionará esta”.

Partiendo de lo dicho, podemos afirmar que en el caso de los estudiantes y los profesores el colegio está organizado de tal manera que incentiva -sin quererlo- el mal comportamiento de los estudiantes ante las autoridades escolares. Ahora bien esta idea parece extraña ¿como es que una institución que se esfuerza tanto por conseguir encuadrar a los alumnos dentro de una serie de normas y reglas patea el tablero que ésta misma ha creado?

Las lógicas del mercado.

Esto sucede porque el colegio está inmerso dentro de una lógica de mercado en la cual los estudiantes son tratados como clientes y no como estudiantes, aunque parezca contradictorio el colegio lejos de brindar el mejor servicio para atraer más clientes- estudiantes, lo que hace es tratar de ahorrarse gastos y maximizar así las ganancias. Dentro de mi experiencia como docente en diversos centros educativos particulares he podido constatar que los estudiantes se dan cuenta de esta situación y lejos de ser no pensantes -como muchos adultos los tildan-, se dan cuenta tanto de la situación en la que se encuentran y como de la falta de reciprocidad hacia el trato que se les da.

Un ejemplo claro de esta forma de pensar derivada de su desazón lo encontré en un colegio particular de un distrito de Lima. Un estudiante, en son de broma pero, quejándose dijo que la casa de su perro era más grande que su salón. Otro alumno en otra institución educativa me afirmó que sentía que en el colegio solo querían su plata. En otro aún, los estudiantes se daban  perfecta cuenta que cuando los alumnos incurrían en alguna falta por más grave que fuese realmente nadie era sancionado y que el máximo castigo- expulsar a un alumno por un par de días- hasta constituía un premio más que una sanción.

Por parte de los profesores existe otro problema, el sistema escolar privado no contrata a los docentes por tiempo completo sino que sólo los tiene por horas, esto hace que los docentes tengan que estar en dos o más colegios para poder conseguir ingresos aceptables. Así ciertos docentes no puedan ni recordar el nombre de todos sus alumnos ni puedan relacionarse de manera más cercana a sus estudiantes.

Otro de los problemas es que muchos colegios privados por no perder alumnos no son verdaderamente meritocráticos y los alumnos se dan cuenta de eso, lo cual genera incomodidad.

Masificación sin proyecto.

Hay otro factor, el más importante pues de este derivan los expuestos anteriormente, a nivel nacional, la carrera magisterial esta desprestigiada. A pesar que el acceso a la educación creció desde inicios del siglo XX, reduciéndose la tasa de analfabetismo tanto en el campo como en la ciudad, esta masificación de la educación peruana se dio sin un proyecto que guíe sus pasos el resultado aumentó el acceso de la educación a sectores antes marginados pero de baja calidad. Con esto se dio una proliferación de instituciones educativas particulares – tanto a nivel de primaria, secundaria como superior- que tratan de llenar el vacío de una educación pública devaluada ya que el Estado peruano invierte poco en educación y esto ya es una crisis que tiene varios años.

Uno de los resultados de todo esto: El respeto hacia los docentes tanto de los alumnos como de los padres mismos es poco o nulo.

Esta idea esta tan acendrada que los mismos dueños de los colegios desautorizan al profesor restándole autoridad ante sus propios alumnos.

Este malestar creado por el sistema  educativo y que los colegios refuerzan, sería la causa – al menos en parte – de la mala conducta de los escolares. El estudiante siente que existe un desequilibrio en el trato que se le da. Aunque claro, salvo que sea un estudiante muy reflexivo, no se pondrá a pensar en el origen de sus sentimientos.

Dejemos de pensar que son solamente los alumnos el problema, y dejemos de  tachar de irracionales a aquellos a los cuales hemos puesto en un sistema escolar trastornado que incentiva la mala conducta.

Escrito por Wilmer Mejía Carrión desde la húmeda y fría costa peruana.

Gracias Wilmer 🙂

4 comentarios sobre “Un antropólogo en el aula de clases. ¿Por qué los chicos se portan mal?

  1. Anónimo Contestar

    Definitivamente, concuerdo que en los colegios particularea los estudiantes de los colegios privados son tratados como clientes, sin embargo en los colegios nacionales la realidad es diferente, considerando que tienen un tutor permanente, todo es gratis, el director es un rector de la disciplina, y aun asi son terribles. Desde el punto de la antropologia a que se debe?

    • Wilmer Contestar

      No he tenido la oportunidad de enseñar en un colegio estatal pero te puedo decir que tal vez la cosa vaya por las expectativas que tienen los estudiantes sobre su futuro. Me he topado con casos en los cuales hay una idea generalizada que pertenecer a un colegio estatal es «malo», y por tanto tienen menos futuro que los que estan en particular. No estoy de acuerdo con esas expresiones – yo provengo de colegio estatal- pero hay una idea generalizada – que muchos estudiantes asumen- que por estar en colegio estatal son una espécie de «perdedores» del sistema. Tal vez por alli vaya la explicacion. Para saberlo a ciencia cierta, como antropologo tendría que averiguar la cultural escolar de uno de los colegios estatales.

  2. Luis Cerpa Jara Contestar

    Interesante crítica, Wilmer sería interesante cambiar el sistema ejem. la asistencia libre, un sistema virtual de áreas o dar facilidades de parte del Ministerio a demostrar habilidades en el estudiante y certificar.
    El sistema escolarizado es un fracaso tanto en colegios Nacionales como particulares, se debería plantearse la educación no escolarizada.

  3. Anónimo Contestar

    El problema es desautorizar a los docentes, la indisciplina de los docentes, y la contradicción en el sistema educativo sobre premios y castigos, además de su mala distribución.
    Coincido completa mente. Y no solo en los colegios, sino en las universidades también.
    Arequipa.

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