La antropología solo puede mirar y callar, es la madre humilde, como casi todas las madres que han dado luz a algún hijo en su vida.
Pero esta madre es la ciencia más olvidada de cuantos conocimientos puedan hallarse en lo más lejano de nuestros días, una consecución cultural que ha movido civilizaciones y ha visto el mundo desde el espacio.
Una ciencia que se conforma con estar en silencio a pesar de que otras ciencias más tardías han acaparado la hegemonía de este mundo, un mundo que tilda al desastre, a la calamidad y la destrucción. Y mientras estos desastres ocurren en el mundo, la gente sigue viviendo, sigue sin recordar a la ciencia que desarrolló a las demás ciencias. Porque sin la antropología ninguna otra rama del conocimiento existiría.
Prueba de ello, la mirada que desde la antropología se hace al pasado, al mundo hasta antes de ayer cuando las culturas eran primitivas y los seres humanos vivían para vivir y no para sufrir.
¡Qué desastre! Ahora la ingeniería mira su camino sin importarle la esencia de la cultura del hombre, abre camino y destruye horizontes sagrados para el hombre.
O la arquitectura, construye edificios con los materiales que durante siglos han estado en lugares junto a la vida del hombre. El hombre, qué ha sido del hombre que queriendo ir por delante del tiempo, no se ha percatado que el tiempo se le acaba y nunca verá su vida complacida.
Ni siquiera se ha parado a pesar qué era la vida, ni siquiera ha mirado al pasado para saber si el presente le interesaba. Porque las otras ciencias han sido tan egoístas que no ha pensado en el hombre en su contexto cultural.
Lejos de nosotros, cada vez más lejos, está la auténtica vida digna de la verdad, porque cada vez estamos más cerca de nuestra propia destrucción de la r-evolución humana.
Si la antropología hablara, si la antropología por un momento pudiera parar el mundo como lo hace un estallido nuclear, entonces nos daríamos cuenta de que el hombre se ha olvidado de que es hombre, de que nada es para siempre y de que siempre podríamos plantearnos en volver de nuevo a este mundo a través de los rituales más sagrados de nuestros ancestrales.
Pero lamentablemente, el tiempo se nos acaba, volver atrás es imposible, y lo único que podemos hacer es mirar a nuestro pasado con dolor y furia, con la fuerza de la ciencia más pura que jamás haya conocido el hombre, con la que hoy, después de nuestras raíces históricas de la humanidad, sentirían vergüenza de lo que hemos hecho con el mundo cultural.
Empecemos a utilizar nuestra impermeable piel bajo la lluvia, a ajustar el tímpano para volver a escuchar al viento, y porque no, a comprender el temblor de la tierra, porque solo de esa forma, podríamos empezar a comprender al hombre en sus orígenes, y a partir de ahí, las demás ciencias le preguntarán cada paso que den a la madre antropología. Única en su especie, y también capaz de volver a transformar el mundo por sus culturas, y no separarla por su geografía.
Mirémonos desde cualquier estrella del universo, y si alguien es capaz de comprender el mundo, que vuelva de nuevo, pero aún comprendiendo la chapuza de la evolución, yo me quedó allí.
Andrés López ha escrito este artículo titulado sobre la antropología solo puede mirar y callar.
Excelente Reflexión!!. Sobre una Antropología en Crisis…
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La reflexión es estupenda, simplemente hay que entender al autor desde una antropología romántica. Digamos que es un oxímoron entre la ciencia pura y natural como es la del propio ser humano. Gracias por publicaciones como esta, amigo.
Reblogueó esto en Al sur del mundo.
Hola, como antropólogo creo que tu reflexión es muy desordenada y sin argumentos. No entiendo qué tiene que ver la antropología con lo que escribes y además, ¿cómo es que la antropología es la madre de las ciencias? ¿cuáles ciencias?
¿Qué relación tiene la ingeniería o la arquitectura con lo que dices?
Hola Luis la lectura está para ser comprendida, cada uno entiende lo escrito según sus propios conocimientos, cada uno le da el sentido a lo escrito con su propia mirada y maneras de ver lo que nos rodea, tal vez te parezca una reflexión desordenada, tal vez lo sea, ¿pero quienes somos para decir que este texto carece de sentido? Lo bonito de este texto es encontrar el juego de palabras que usa el autor y relacionarlo con el tema principal. Es una tarea ardua, pero si lo vuelves a leer tal vez empiece a cobrar sentido estas palabras. Un saludo
Este tipo de respuestan han hecho de la antropología una disciplina inútil y esteril. Una idea se defiende argumentando mediante lógica y contrastación, no como si se tratase de un cuadro de Pollock.
También soy antropólogo.
Yo también tengo esa pregunta, sin ánimo de ofender…¿la antropología es la madre de todas las ramas del conocimiento? Si nació en el siglo XIX!
muchas gracias!!! una reflexión muy necesaria ante tanta soberbia humana.