¿Qué pensarías si te hablo de la universidad y el capitalismo?
¿Habrá alguna relación entre la institución y el fenómeno capital?
Tal vez pienses que no, o tal vez que no esté en lo cierto.
La aparición del capitalismo como fenómeno económico ha transformado nuestras instituciones que se mueven en la esfera económica como si de un fenómeno primordial se tratase.
En otros tiempos la esfera que dominaba la vida social se basaba en la religión, en otras sociedades la familia era la base de la relación social y económica, pero parece ser que la economía envuelve nuestras relaciones haciéndonos individuos Homos-Economicus.
La universidad no se queda atrás. El capitalismo ofrece desigualdades en todos los ámbitos, especialmente en el económico. Los dueños de los medios de producción siguen haciendo de las suyas, las grandes multinacionales que explotan a sus trabajadores son fenómenos en los que el rico cada vez es más rico y el pobre más pobre.
Con el avance del capitalismo desde sus inicios hasta hoy, la estratificación social se ha convertido en un hecho en donde sociólogos apuntan con sus tablas de medición a una posible igualdad social y meritocrática.
¿Acaso una persona que nazca en una familia de clase baja va a poder llegar a ser una erudita en Antropología y ser reconocida como una eminencia doctoral?
¿Tienen las mismas facilidades los hijos del proletariado que los hijos de los no proletariados, los ricos?
Obvio que no.
La desigualdad se manifiesta en la Universidad.
Políticos intentan que sea más difícil que una persona sin recursos pueda estudiar, la cuestión no es de talentos, sino de medios económicos.
La clase baja no puede pagar sus estudios, los políticos aumentan los precios de los grados universitarios, una persona no puede pagar tan altos precios, las becas escasean, la crisis golpea fuerte a la clase baja y media, pero no a la clase alta.
Estoy cansado de ver en los medios siempre las palabras “CRISIS ECONÓMICA”, también es una crisis social.
Sí, una crisis social. Al dominar la esfera económica en este mundo desigualado, lo que afecta a lo económico afecta a lo social, pero, ¿a que escala de la clase social? ¿Al proletariado, a la casta, a los ricos? El término casta contribuye al discurso político, la casta la quieren quebrar, el apoyo ciudadano lo puede conseguir.
La universidad no deja de ser otro reflejo de la desigualdad social que nos invade.
¿Podré llegar yo a ser un gran doctor en Antropología teniendo que trabajar ocho horas diarias sin nadie que me pague los estudios?
Difícilmente podré, pero no hay que tirar la toalla, la clase baja puede llegar a no ser dominada y salir con esfuerzo para poder ascender en esa jodida escala social que no crea más que desigualdades, imbuida en la esfera económica de nuestro querido capital.
Ahora cuando veo a un erudito antropólogo me pongo a pensar en que clase social nació, cuales fueron sus medios económicos para conseguir ese tan logrado puesto, me paro a pensar la cantidad de talentos que no han podido llegar hasta allí por no tener los medios suficientes para lograrlo.
Ya sé que no todo son facilidades y que habrá algunos que hayan tenido que sudar la gota gorda para llegar a la esfera universitaria, pero no nos engañemos, son más pocos que los que más.
Estoy de acuerdo en que «la clase baja», como dices, siempre tendrá menos oportunidades, en general, que la «adinerada». Esto es básico, pero si nos quedamos en ello, es también simplista. Todo es más complejo que un «blanco/negro». En mi caso, sin ir más lejos, que nací en el seno de una familia de «clase baja», criado y educado en el barrio de clase trabajado de Vallecas, tengo al día de hoy dos carreras universitarias: CC. Empresariales y Antropología. Ahora nos preguntamos que cómo se podrían pagar las tasas universitarias de los alumnos provenientes de la «clase baja», y está claro que si no pueden sus padres el alumno no podrá porque no realiza ningún trabajo. La clave de la cuestión en mi caso, fue en el caso de CC. Empresariales es que yo ingresé en Banca mediante una oposición con «tan sólo» tener el título de bachillerato. Ya una vez trabajando en el banco me embarqué en la carrera universitaria, afrontando yo todos los gastos. Es ahí en donde está la clave. Es curioso como, todavía en el franquismo, un trabajador, de «clase baja», podía acceder, sin beca de ningún tipo, a estudiar en la universidad. Esto es lo que se debería estudiar y ver que «cuándo empezó a joderse….el asunto».