Ya estamos de vuelta.
Después de casi dos meses sin prestar atención a la pantalla y de cierto grado de desconexión, vuelvo a cegarme con el brillo intenso, de fondo blanco del Word, para escribir una vez más, qué es lo que pienso de esta ciencia que me apasiona y desapasiona constantemente.
Sin tener un futuro cierto y sin saber hacia dónde me dirigirán las esferas del saber, continúo escribiendo en este espacio en donde tú también puedes participar.
Tal vez la antropología no sea la ciencia del futuro y no podamos adivinar hacia dónde dirigirnos como sabedores de lo antropológico, lo holista, lo desconocido o lo que queda por conocer, pero sí que ayuda a plantearnos una y otra vez del porqué de lo sucedido y del cómo suceden las cosas.
Ahora que vuelvo a la carga cibernética, hay trabajo que hacer. En este período de tiempo iré modificando, incluyendo y rectificando algunos de los espacios y secciones que puedes encontrar en este blog. Nuevas ideas surgen y nuevos acontecimientos están por llegar.
Este blog lleva online desde hace un año.
Gracias a él he podido ir escribiendo lo que voy observando y lo que me va rondando por la cabeza de principiante.
Ahora llevo tres años cursando el grado de antropología por la Uned y voy a por el cuarto con un pronóstico de cuatro años más para finalizar.
Y es que una vez dije que la antropología pareciese fácil pero, no lo es. Y cursar la disciplina en la Uned con un material didáctico demasiado extenso, trabajando e intentando llevar una vida lo más amena posible, es algo complicado.
Bien, ahora que vuelvo a la carga verás algunas nuevas secciones que se irán incluyendo, nuevos artículos y alguna sorpresa más. Escribir se está convirtiendo en costumbre, una costumbre que la recomiendo a todas, este blog me anima a seguir haciéndolo.
Ahora queda reestructurar este espacio, añadir más información de interés y darle un nuevo aire antropológico.
Un abrazo 🙂